miércoles, 28 de julio de 2010

Nuestros Años Felices (The Way We Were)


Nuestros Años Felices (The Way We Were). El argumento es clásico, la historia es sobre Katie Morosky (Barbra Streisand) y Hubbell Gardiner (Robert Redford) son dos chicos que se conocen en la universidad a eso de los años 30'. Katie es inteligente, profunda, idealista y se toma todo muy en serio, sus ideales vienen primero y lucha por defenderlos sin importar si pierde, gana o si se burlan de ella. Hubbell, es guapo, inteligente, gracioso y carismástico, busca vivir la vida lo más placentera posible y es un gran escritor. Katie se enamora de él, se reencuentran años después, empiezan una relación, se dejan, se casan etc, etc, etc...

No voy a contar la película, pero si voy a hacer referencia a lo que me gustó de ella y cuál es la finalidad de esta entrada. Para saber lo que sucede con puntos y señales tendrán que verla (la película)...

En fin, esta es la historia sobre dos personas completamente diferentes. Ella promete cambiar para que la relación funcione, y funciona pero, solo por un tiempo. Las diferencias en ambos eran tan notorias que aunque ella lo intentara, al final sus ideales iban a vencer, Hubbell se iba a cansar y ambos iban a perder. Ninguno iba a ganar.


Cito:
"Hubbell : ¿Crees qué si vuelvo todo va a estar bien
por arte de magia? ¿Qué va a cambiar? ¿Qué va a ser diferente? Ambos estamos tan equivocados, ambos vamos a perder.

"Katie: ¿No podríamos ganar ambos?"

Las cosas podrían funcionar pero ella tenía que dejar de ser ella; dejar atrás su identidad y su esencia. Ella quiere luchar por sus ideales comunistas. Él quiere que ella deje todo eso atrás y piensen en ellos, que si sigue haciendo esto-batallas legales, protestas-, les va a perjudicar. El mundo puede esperar. En esta escena ella lanza una de las mejores frases de la película:
"Katie: Hubbell, las personas son sus principios"

Esto fue el beso de la muerte para la relación. Aunque ambos se aman demasiado. No iba a funcionar. Son incompatibles.

Al final de la película, bastantes años más tarde, Katie está en Nueva York y ve a Hubbell saliendo con su esposa del Hotel Plaza. Ambos, están casados nuevamente con otras personas.


Katie cruza la calle y se desarrolla una de las mejores escenas románticas de la historia-lloré-:



Hubbell : Nunca te rindes, ¿verdad?
Katie: Sólo cuando estoy absolutamente obligada a hacerlo. Pero soy buena perdedora...
Hubbell : mejor que yo.
Katie: Bueno, he tenido ... más práctica.
Katie : Tu chica es adorable, Hubbell. ¿Por qué no la llevas a tomar una copa cuando vengas?
Hubbell : no puedo ir, Katie. No puedo ...
Katie : Lo sé ...


The Way We Were, es de esas películas que dejan un sabor agridulce. La sensación de aquellas situaciones en la vida que son inevitables; aunque se amaban con locura, no podían seguir juntos, por su bien, y es una de las cosas que más me gusta de esta película. No sé que opinan ustedes pero a mi me gustan lo finales en los que la pareja protagonista no queda unida, ya sea que mueran o que no puedan estar juntos por razones sociales y ese tipo de cosas que de una forma, para mí, lo hace todo más real, porque seamos sinceros no todo es amor incondicional, eterno y nos vemos en la otra vida y llévame a la tumba contigo ¬¬. Es romántica pero no es melosa al punto de la chocancia, te sientes triste pero con un ardorcito en el corazón que hace sonreír porque no puede haber un final diferente. Al menos no uno mejor...

xoxo,



Alexandra Ascanio


P.D: Escribí esto a las 12:10 am escuchando Crossfire de Brandon Flowers-nueva canción fetiche-, y por supuesto The Way We Were de Barbra Streisand, de la Banda Sonora de la Película.

martes, 27 de julio de 2010

"And we're caught up in the crossfire..."







Brandon Flowers-Vocalista The Killers-acaba de lanzar la canción Crossfire, que forma parte de su primer material como solista "Flamingo".

Escuchar esta canción me pone feliz, un poco sentimental. Creo que es la voz de él.

Loved It!


"And we're caught up in the crossfire
A heaven and hell
And were searching for shelter
Lay your body down..."


lunes, 26 de julio de 2010

John Lennon... ¿y Vos Quién Sos?



Todos tenemos un Beatle favorito. Normalmente, a veces decidimos y elegimos al que más nos gusta inconcientemente- al menos en mi caso- ya sea porque nos parece guapo, nos identificamos más con las letras que escriben, por su estilo o por muchas otras razones. John, Paul, George o Ringo. El gran dilema.

A mi personalmente me encantan Paul y George. Paul es encantador y romántico y el más guapo. George es adorable, gracioso y tiene un pequeño Je ne sais quoi. Paul compuso Hey Jude, When I'm sixty four, Let it be, Oh! Darling; George compuso Somenthig, Taxman y Here Comes the Sun.

Todo un sueño.

En fin, a mi personalmente no me gustaba John Lennon, al menos no como persona. Me encantaban y me encantan sus canciones; pero había algo en él que simplemente no me llamaba la atención. Hasta hace poco.

Para mi cumpleaños No. 18 pedí que me regalaran libros. Entre la lista de títulos y autores que deseaba leer coloqué " Cualquier libros de los Beatles". Llega el día de mi cumpleaños y mientras sacaba y veía mis regalos encontré la biografía de John Lennon: Imagina que esto fuera real, escrita por el barcelonís Jordi Sierra i Fabra. No voy a mentir, estaba entusiasmada por el libro pero hubiera preferido la de Paul o George. Aún así, aunque mi preferencia era diferente, esa misma noche empecé a leer el libro. Tenía curiosidad por conocer al tan famoso Lennon más allá de lo que veía y escuchaba yaunque quisiera o no pertenecía al más grande grupo de música de la historia y participaba en todas las canciones que adoraba y hacía mías. Era un Beatle. Debía Saber.

Desde el primer capítulo, que nos transporta al Liverpool de 1940 a la niñez de Lennon, a la infame maldición, los Quarrymen, el estilo que cambió el mundo, Sgt. Pepper's, Imagine, Plastic Ono Band hasta su muerte y el futuro, estaba ensimismada y me conmoví por la historia y cuando terminé de leer el libro, me sentí como una idiota por pensar lo que pensaba y por no apreciar y entender cuando decían que era "uno de los grandes íconos de nuestro tiempo."

Estaba tan equivocada y es obvio que construí un prejuicio, quiero decir, cuando decía que Lennon no me gustaba mucho, lo decía sin base alguna y sin conocer. Ahora me tengo que retractar, pero está bien, lo vale. Mea Culpa.


Jordi Sierra i Fabra hace de la vida de John Lennon toda una odisea y un placer leerla. Es muy ligera, no sigue factores cronológicos propios de una biografía, va y regresa al pasado y al futuro para hacerse entender y darle más rapidez y ritmo al libro. Así que ni por Lennon ni por el autor resulta un libro tedioso.


En fin, John Lennon, el chico diferente, con una madre ausente y un padre que simplemente desapareció; Con su música, carácter fuerte, ideas pacifistas y una historia de amor que produce envidia, representa toda una generación de cambio e innovación y repito, me siento como una tonta por no haber conocido antes esta vida. Ahora comprendo.



Alexandra Ascanio


Nuevas Perspectivas


Desde hace tiempo he estado considerando la idea de abrir un blog; no lo había hecho antes por no saber qué decir y cómo expresarlo. Lo pensaba demasiado. Creía que necesitaba más para poder llevarlo a cabo. Pero esta mañana me levanté con una frase de Oscar Wilde en mi mente, aquella que dice: "No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo" . Así que me decidí a escribir. No por agradar o para tener followers. Solo escribir. Por desahogo, por diversión.

He estado leyendo libros nuevos-en mi cumpleaños recibí 14 para mi colección- reencontrándome con algunos viejos amigos (libros); he visto programas de tv más interesantes- de esos en los que realmente aprendes- que me mostraron nuevas ideas y direcciones, renuncié a los enormemente adictivos y atrofiadores de cerebros realities de Vh1 y Mtv; me graduaré de bachiller-otra historia que compartiré más adelante- y con este blog quiero marcar mi regreso personal de una época en la que no me sentía yo.

Así que, Enjoy It! ;)


Alexandra Ascanio